LA LUNA OCULTA
Pensamos en la luna como un cuerpo luminoso, como un sol de la noche, cuando su cuerpo es en realidad opaco y solo es visible al reflejar en su superficie la luz que emite otro cuerpo, el sol. La luz del sol solo es soportable por nuestros ojos de manera indirecta, debilitada a través de otros cuerpos.
La luna que observamos es a la vez solo un lado de ella. Si la tierra y la luna giraran a distintas velocidades podríamos ver sus distintas caras, pero al tener ambos cuerpos su rotación sincronizada, solo tenemos acceso -desde la tierra- a una de ellas. La imagen corresponde a una fotografía satelital capturada por la NASA desde el lado que no podemos verla.